La gota es una enfermedad reumática producida por un exceso de ácido úrico en sangre, que se acumula en forma de cristales en las articulaciones, provocando inflamación, dolor intenso y rigidez. En un alto porcentaje de casos, esta acumulación se debe a una alteración en la eliminación de ácido úrico por el riñón. La gota es más común en personas adultas.

La prevención es fundamental para reducir el riesgo de ataques de gota y evitar la destrucción articular. Es recomendable evitar el consumo excesivo de carnes rojas, mariscos y bebidas alcohólicas, así como mantener un peso saludable y una adecuada hidratación.

 Para quienes ya padecen de gota o presentan niveles elevados de ácido úrico, ofrecemos un tratamiento personalizado e integral. La reumatóloga evaluara cada caso para establecer las intervenciones más adecuadas, incluyendo medicamentos para reducir los niveles de ácido úrico y aliviar el dolor. En colaboración con el reumatólogo, el fisioterapeuta diseña un programa de ejercicios para mejorar la movilidad articular y reducir la inflamación; la nutricionista asesora al paciente en una dieta que favorezca el control de los niveles de ácido úrico, evitando alimentos que puedan desencadenar episodios de gota y promoviendo una nutrición equilibrada.

Trabajamos de manera coordinada para ofrecer un enfoque integral que ayude a controlar los síntomas, prevenir ataques recurrentes y mejorar la calidad de vida a largo plazo.