Tratamiento para la artrosis
Novedades en el tratamiento de la artrosis
La artrosis es una enfermedad del aparato locomotor que afecta al 10% de la población en España y supone la cuarta parte de las consultas atendidas por los reumatólogos. La frecuencia con la que afecta a las personas aumenta con la edad, sobre todo a partir de los 40-50 años.
En la artrosis, la lesión principal se produce en el cartílago articular que recubre los extremos óseos que forman la articulación.
Otros tratamientos
Horario de lunes a viernes
- Horario mañana
- 9.00h – 13.00h
- Horario tarde
- 16.30 – 18.30
Tratamientos
Tratamiento articular
El deterioro del cartílago se produce de forma progresiva. En un primer momento, el cartílago se reblandece volviéndose frágil y quebradizo, pierde su elasticidad habitual y la capacidad de amortiguar. En una fase intermedia, se adelgaza y en determinadas zonas desaparece, dejando de recubrir y de proteger al hueso que está debajo por lo que los huesos que forman la articulación rozan produciendo dolor, rigidez y pérdida de la movilidad.
La artrosis se produce por una suma de factores genéticos y ambientales. Entre los factores ambientales que aumentan el riesgo de padecer artrosis destacan la edad, el sexo (las mujeres tienen más artrosis que los hombres), la obesidad, determinadas ocupaciones o actividades laborales y el excesivo ejercicio físico que ocasionan sobrecarga de la articulación, ya sea por uso excesivo o inadecuado, favoreciendo la lesión del cartílago.
Tanto el dolor como la rigidez pueden ocasionar un grado de discapacidad funcional que dificulta realizar ciertos movimientos con la articulación afectada. Los crujidos de la articulación con el movimiento, la deformidad, la hinchazón o el derrame de las articulaciones son otros síntomas que pueden aparecer. En ocasiones, se produce atrofia muscular por la disminución de la movilidad. El objetivo del tratamiento de la artrosis es mejorar el dolor, retrasar la evolución de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente.
Síntomas
El síntoma principal de la artrosis
El síntoma principal de la artrosis es el dolor que suele empeorar cuando se realiza un sobreesfuerzo y a medida que avanza el día. Una vez la enfermedad ya está evolucionada, el dolor puede aparecer en reposo o durante el descanso nocturno.
Otro síntoma frecuente de la artrosis es la rigidez o dificultad para empezar a mover la articulación y que generalmente se manifiesta después de estar un tiempo en reposo.
Alternativas médicas
Para ello, se dispone de varias alternativas: medidas físicas, fármacos y cirugía.
Entre las medidas físicas destacar la importancia de evitar la obesidad, que aumenta el riesgo de padecer artrosis de rodilla y cadera y además favorece su progresión, asi como realizar ejercicio habitualmente que ayuda al control de la enfermedad, a prevenir la atrofia muscular y a controlar el peso.
El tratamiento farmacológico en la artrosis tiene como objetivo fundamental la mejoría del dolor. Entre los medicamentos utilizados se encuentran aquellos que actúan de forma rápida: analgésicos (paracetamol, tramadol) y antiinflamatorios. No es recomendable el uso prolongado de antiinflamatorios por los potenciales efectos secundarios a nivel digestivo o cardiovascular, pero también porque pueden favorecer la degradación del cartílago.
Corticoides Intraarticulares
El tratamiento con corticoides intraarticulares puede ser útil, especialmente si se trata de una única articulación afectada y que presenta signos de inflamación. Al igual que sucede con los antiinflamatorios, el uso de glucocorticoides intraarticulares también puede favorecer a la larga la degradación del cartílago. También hay fármacos de acción lenta como el condroitin sulfato o el sulfato de glucosamina por vía oral y el ácido hialurónico administrado intraarticular mediante una infiltración sobre todo en articulación trapeciometacarpiana, rodilla o cadera.
Cuando el dolor no se puede aliviar
Finalmente, cuando estos tratamientos no logran controlar el dolor o el paciente se encuentra muy invalidado por la enfermedad, estaría indicacio el tratamiento quirúrgico para atenuar el dolor y recuperar parte de la función de la articulación o corregir una deformidad. La cirugía puede realizarse para limpiar y lavar la articulación eliminando adherencias y cuerpos extraños o para sustituir parcial o totalmente las zonas afectadas de la articulación utilizando prótesis artificiales; la colocación de prótesis es más frecuente en cadera y rodilla.
Avances
Avances en biología
Nuevas evidencias en biología están dando lugar a nuevos tratamientos como las terapias autólogas biológicas basadas en la capacidad del propio organismo para reparar lesiones de forma natural. Una de estas terapias consiste en el empleo de Plasma rico en plaquetas o plasma rico en factores de crecimiento (PRGF) para el tratamiento de la artrosis.
Esta técnica consiste en la obtención de una fracción de plasma rico en plaquetas, a partir de una muestra de sangre del propio paciente. Las plaquetas contienen más de 800 proteínas entre las que se encuentran los factores de crecimiento (GF) que son los encargados de la reparación del daño en los tejidos. La investigación sobre esta técnica ha demostrado, a día de hoy, que se trata de una técnica segura y efectiva en el tratamiento de la artrosis.
PRFC
Tratamiento de la artrosis con PRFC
Obtencion de PRFC de la sangre del propio paciente para infiltrarla de forma ecoguiada.