El lupus es una enfermedad autoinmune crónica que puede afectar a múltiples órganos y sistemas del cuerpo, incluyendo la piel, las articulaciones, los riñones y el corazón. En esta condición, el sistema inmunológico ataca por error los tejidos sanos, lo que puede llevar a una variedad de síntomas, como fatiga, dolor articular, erupciones cutáneas y problemas renales. Aunque puede afectar a personas de cualquier edad, es más común en mujeres jóvenes y en aquellos con antecedentes familiares de enfermedades autoinmunes.

 La prevención es esencial para manejar esta enfermedad. Se recomienda a las pacientes evitar la exposición prolongada al sol, controlar el estrés y mantener un estilo de vida saludable que incluya ejercicio regular y una dieta equilibrada. La identificación temprana de los síntomas y el seguimiento médico regular son fundamentales para prevenir brotes y complicaciones.

El reumatólogo es el especialista capacitado para realizar el diagnóstico y seguimiento del lupus. Debido a la complejidad de la enfermedad y su posible afectación de diferentes órganos, es necesario un abordaje multidisciplinar. Para quienes ya padecen lupus, ofrecemos un tratamiento personalizado e integral. El reumatólogo evaluará cada caso y establecerá un plan de tratamiento adecuado, que puede incluir medicamentos inmunosupresores y antiinflamatorios.

El fisioterapeuta colabora con el reumatólogo para diseñar un programa de ejercicios adaptado a las necesidades de la paciente, ayudando a mejorar la movilidad y reducir el dolor articular. Además, la nutricionista proporciona orientación sobre una dieta saludable que puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar la salud general de la paciente.

Este enfoque integral permite un manejo más efectivo del lupus, ayudando a las pacientes a controlar los síntomas, prevenir complicaciones y mejorar su calidad de vida a largo plazo.